MADRID.- Uno de los templos más curiosos de todo el mundo es la iglesia de la
localidad filipina de San Joaquín, situada en la provincia de Iloílo. Y
es que, aunque el paso del tiempo ha degradado la composición, ostenta
un elemento que la hace única: su fachada exterior, que, lejos
de inspirarse en algún pasaje del Evangelio, conmemora la victoria
española sobre las tropas “moras” en la batalla de Tetuán (1860). Por tanto, estamos ante un edificio religioso… militarista.
El frontón de la iglesia de San Joaquín, de unas dimensiones llamativas, fue declarado como un santuario nacional en 1974. Fue construida entre 1859 y 1869 por el religioso agustino español Tomás Santaren, cuyo padre habría sido militar.
La escena, titulada ‘Rendición de Tetuán’ (aparece en su base en
español), representa el momento en el que la caballería y la infantería
españolas rompen la defensa marroquí. Su dramatismo bélico se aprecia claramente en los rostros vencidos de las tropas del rey Mohamed IV.
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